A lo largo de la evolución de los mercados, se han ido desarrollando altos niveles de competencia local y global, donde la calidad de los productos y servicios pasó de ser un elemento diferenciador a una constante y categoría mínima exigida por los consumidores. Es por ello que la supervivencia y crecimiento de las empresas va dependiendo de factores que capturen la atención del consumidor, evocando reconocimiento y confianza producto de la innovación, seguridad y confianza, representando entonces el “valor agregado” que va a conseguir la preferencia frente a otras opciones.
Para lograrlo es importante cultivar esa cultura de innovación y creatividad adentro de la compañía, maximizando las capacidades de los empleados y puliéndolas a través de la capacitación y la formación. En este mismo marco es igualmente necesario, una vez reconocida la habilidad, conocer el mercado, los clientes, las necesidades, entrando a ofrecer de manera óptima y limpia productos y servicios competitivos que generen y satisfagan necesidades en los consumidores.
En la actualidad, se convierte entonces, el desarrollo de valor agregado en la ruta para el éxito, crecimiento y perduración de las empresas.
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LARIOS, Juan Manuel. 2009. Capital intelectual: Un modelo de medición en las empresas del nuev milenio. Vol. 7 • No. 11 ▪ Bogotá (Colombia) ▪ Pp. 101-121. Tomado el 28 de enero de 2012 de:
